La combinación de pollo jugoso y queso derretido crea una un aperitivo delicioso, versátil y fácil de preparar, con el cual podrás seguir asegurando la alimentación correcta de tu familia.
INGREDIENTES
500 gramos de pechuga de pollo cocida y desmenuzada de Campollo
1 cebolla mediana, picada finamente
2 dientes de ajo, picados
50 gramos de mantequilla
50 gramos de harina
750 ml de leche
200 gramos de queso mozzarella rallado
50 gramos de queso parmesano rallado
1 huevo batido
Pan rallado
Sal y pimienta al gusto
Aceite para freír
PREPARACIÓN
En una olla, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo y sofríe hasta que estén transparentes.
Incorpora la harina a la olla y cocina, sin dejar de remover, durante un minuto para eliminar el sabor a crudo. Vierte la leche poco a poco, batiendo constantemente para evitar grumos. Cocina a fuego bajo hasta obtener una salsa espesa y cremosa.
Retira la olla del fuego y agrega el pollo desmenuzado, los quesos mozzarella y parmesano, sal y pimienta al gusto. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
Con la ayuda de dos cucharas, forma las croquetas. Pasa cada croqueta por el huevo batido y luego por el pan rallado.
Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio. Fríe las croquetas hasta que estén doradas y crujientes por todos lados. Escurre sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sirve las croquetas de pollo y queso calientes, acompañadas de una salsa de tomate casera o mayonesa.