Esta deliciosa receta combina la jugosidad de la pechuga de pollo con el toque crujiente y gratinado del queso derretido. Con ingredientes simples y un proceso de cocción sencillo, esta receta es una excelente opción para cualquier ocasión.
INGREDIENTES
4 pechugas de pollo de Campollo, deshuesadas y sin piel
200 g de queso mozzarella rallado
100 g de queso parmesano rallado
2 tomates maduros, cortados en rodajas
1 cebolla morada, cortada en rodajas
2 dientes de ajo, picados finamente
2 cucharadas de aceite
Sal y pimienta al gusto
Perejil fresco picado para decorar
PREPARACIÓN
Precalienta el horno a 200°C (390°F).
Salpimienta las pechugas de pollo por ambos lados.
En una sartén grande, calienta el aceite a fuego medio-alto.
Agrega las pechugas de pollo a la sartén y cocina por 5 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y completamente cocidas. Retira las pechugas de la sartén y resérvalas.
En la misma sartén, agrega las rodajas de tomate, la cebolla y el ajo picado. Cocina por unos minutos hasta que las verduras estén tiernas.
Regresa las pechugas de pollo a la sartén y coloca las rodajas de tomate y cebolla sobre cada pechuga.
Espolvorea generosamente el queso mozzarella rallado sobre las pechugas de pollo.
Espolvorea el queso parmesano rallado sobre el queso mozzarella.
Transfiere la sartén al horno precalentado y hornea por unos 10 minutos, o hasta que el queso esté derretido y dorado.
Retira la sartén del horno y sirve las pechugas gratinadas en sartén, espolvoreadas con perejil fresco picado para decorar.